Los límites del servicio responsable

Texto e imágenes_Jacobo Peña Conversa

Los programas de formación en servicio responsable de bebidas con alcohol es una herramienta cada vez más demandada por las instituciones públicas, existiendo formaciones de este tipo en la gran mayoría de comunidades autónomas españolas.

Organizaciones profesionales de hostelería como ABE o FEHR hace tiempo que se han unido a esta tendencia de la mano de programas como “Servicio responsable”, “Tú Sirves, Tú Decides” o a través los distintos programas de “dispensación responsable” puestos en marcha, principalmente por ayuntamientos. Cada vez se reserva más espacio en jornadas formativas y concursos del sector a aspectos saludables. Programas de certificación en Servicio Responsable de Alcohol son expedidos en muchos países del mundo y en algunas zonas de Canadá, Australia, Estados Unidos obligatorios para trabajar en la venta y servicio de bebidas alcohólicas. En España, entre 10 y 15 mil personas han sido formadas ya en servicio responsable.

Parece pues que esta forma de ver el papel del profesional de sala se ha convertido en una herramienta para el consumo responsable de alcohol que va a quedarse en el repertorio de la hostelería.

Sin embargo, no podemos poner todo el peso del cambio en el papel del hostelero responsable. En los talleres de formación que dirijo, un comentario frecuente a los alumnos, es que ellas o ellos no deben ocupar el papel de policías, familiares o amigos de los clientes. Su papel es el de facilitar que los clientes tomen las decisiones adecuadas. Sin duda una labor importante, esencial. Pero sabemos que hay límites a lo que a través de la dispensación responsable podemos lograr.

¿Cuáles son las limitaciones? ¿Qué podemos cambiar y qué no? Los resultados de varias investigaciones señalan que este tipo de cursos de formación aumentan los conocimientos de los profesionales acerca del alcohol, mejoran el ambiente de trabajo, reducen el número de miembros del personal que beben alcohol en el trabajo o hacen más probable que existan normas escritas sobre cómo abordar el consumo abusivo de alcohol por parte de los clientes.

También sabemos que aplicar estrategias de servicio responsable no parece afectar negativamente a las ganancias del negocio e incluso tienen potencial para fidelizar a la clientela. Sin embargo, aunque hay motivos para pensar que los cambios que se producen gracias al servicio responsable reducirán el consumo abusivo, aún es pronto para afirmar que lo hacen directamente. No tenemos datos suficientes y sobre todo tenemos motivos para pensar que por sí solos estos programas mejoran.

¿Cómo se podrían mejorar estos resultados, por tanto? Décadas de investigación en cambios de comportamiento social nos dejan claro que se requiere o bien el compromiso de los distintos actores (profesionales, familias, empresas) o bien la actuación firme de las instituciones públicas. Los mejores resultados solo se consiguen con el apoyo de toda la sociedad y sobre todo de quienes tienen la capacidad para llegar más lejos en las actuaciones, es decir, poseen los recursos para ello. Sabemos también que los cambios no son sencillos. Se requieren unos diez años para instalar figuras de responsabilidad como la del conductor alternativo, así fue en Reino Unido con el proyecto de Designated Driver y así ha sido en España con la figura del Conductor Alternativo en las que entidades como FEBE o la Xunta de Galicia fueron pioneras y ahora es moneda común de los proyectos de prevención.

Por tanto, necesitamos tiempo y a todas las partes implicadas si queremos abordar con eficacia la reducción de riesgos en hostelería y en particular el consumo abusivo de bebidas con alcohol. Sin embargo, sabemos que el trabajo adecuado de los profesionales sí tiene un impacto positivo. Que no sirva el tamaño de la tarea para inhibirnos de actuar. Hagamos lo que nos toca, aliémonos con el resto de los profesionales y cooperemos para hacer más fácil el camino que ya se ha iniciado.

Animemos también a las demás partes a unirse a un proyecto por un ocio más sano y de calidad que permita el desarrollo de la industria hostelera. Si es necesario, lideremos el cambio desde este ámbito.