Manhattan, la quinta esencia de Nueva York

Texto_ Ângela Mendes  (editora    da   Revista   Drinks Diary) – Fotografía cóctel_ Ricardo Bernardo

Manhattan es sinónimo de Nueva York, ciudad cosmopolita e intemporal donde los sueños se pueden realizar. “If you can make it there, you can make it anywhere”, cantó Frank Sinatra sobre la ciudad; Woody Allen dedicó toda una película a esta zona de la urbe; la clásica “Manhattan”, de 1979, con Diane Keaton, que inmortalizó el banco de jardín por debajo del Queensboro Bridge. ¿Y cómo no reconocer las calles de Manhattan después de seis temporadas de las aventuras de Carrie Bradshaw y amigas en “Sexo en Nueva Yor”?

En estas calles concurridas entre Central Park, Times Square, Wall Street y Broadway fue donde en los albores del siglo XIX se creó este cóctel homónino. Por eso, en esta edición, rendimos un claro homenaje al clásico Manhattan.

El Manhattan es nativo de Nueva York. La mayor parte de los estudiosos de la historia de los cócteles coinciden en este dato, sin embargo, la discordia se centra en los detalles de la aparición de la receta. El quién y el qué de esta historia no podrá ser aclarado nunca pero se cree que el ‘Manhattan Club’ tuvo un papel muy importante en ello.

Una de las versiones de la historia coloca el momento de la aparición del cóctel en un banquete dado en el Club neoyorquino por Jennie Jerome, la madre de Winston Churchill. El banquete ha sido la celebración de una victoria política, Samuel J. Tilden había sido elegido gobernador. David Wondrich afirma en su libro ‘Imbibe!’ que éste es uno de los mayores mitos de la historia de las bebidas, porque a pesar de ser la leyenda más repetida, hay registros que demuestran que en la fecha de este banquete, Jennie estaría en Oxfordshire porque había dado a luz el futuro primer ministro del Reino Unido, lo que inviabiliza esta versión.

Eliminando el banquete, ¿debemos eliminar el ‘Manhattan Club’ de esta historia? Según William F. Mulhall, Bartender en el Hoffman House entre 1882 y 1915, sí. Es él la fuente de la versión que cuenta que el Manhattan fue inventado por un bartender llamado Black que tenía un bar bajo Houston Street en Broadway en la década de los sesenta. Los registros de la ciudad muestran que en 1870 había efectivamente un William Black trabajando en un Saloon en Bowery, pero por encima de Houston Street no por debajo, lo que a pesar de fundamentar la historia todavía le deja algunas fallas.

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Por otro lado, si Mulhall excluyó el ‘Manhattan Club’ hay que seguir afirmando que fue aquí donde nació el Manhattan Cocktail aunque en otro contexto. Un Bartender de Boston entrevistado en 1889, afirmó que este cóctel tuvo su origen en la mente de un bartender “at the Manhattan Club’s rooms in New York”. Esta versión de la historia se refuerza en una columna de opinión “With The Clubmen” publicada en 1902 en el New York Times, que afirma que la leyenda dice que “The Manhattan Club (…) primer paso en el ‘Manhattan Cocktail”.

En 1915, ‘Manhattan Club’ publicó una historia oficial donde simplemente afirma que el celebrado cóctel de Manhattan fue “lanzado” en el club. David Wondrich dice no haber encontrado ninguna referencia a este “lanzamiento” en los muchos documentos de antes de la prohibición que analizó y que no hay otras indicaciones bibliográficas que corroboran esta versión. Las que encontró son posteriores, en una edición de 1963 de la revista ‘Gourmet’ que divulgó el rumor de que el cóctel había sido creado por un genio anónimo en esta sala durante el mandato de August Belmont, presidente del club entre 1874 y 1879.

Quien divulgó este rumor fue Carol Truax, hija del presidente que sucedió a Belmont en 1890, lo que dio cierta credibilidad a la historia. Pero la creación puede incluso haber precedido a Belmont, si tenemos en cuenta un extracto de una noticia publicada por el Galveston Daily News en septiembre de 1873, “The New York Club tiene un peculiar cóctel. Se ha hecho de los mejores Brandy y varios tipos de bitters (…) y el ‘Manhattan Club’ ha inventado otro”. No podemos deducir por esta noticia que la nueva invención es el Manhattan, aún más que 1873 es algo por delante en su tiempo para un cóctel donde se mezcla vermut con un espirituoso, casi una década antes de que el uso de este destilado sea aceptado en los EE.UU.

Sea cual sea la versión correcta, la verdad es que a mediados de la década de 1880 el cóctel era ya común. El 5 de septiembre de 1882 apareció el primer registro impreso en un periódico, el ‘Olean Democrat’ afirmaba que, “había poco tiempo en que una mezcla de whisky, vermut y bitters estaba de moda”.

La receta tuvo otros nombres: Turf Club o Jockey Club, por ejemplo, lo que al principio barajó a los bartenders, pero Manhattan fue el nombre que perduró y en 1.884 fue acuñado en los bartender’s Guides y es ampliamente mencionado en guías y artículos de periódico.

A lo largo de los tiempos varias fueron las discusiones de cómo se hace un Manhattan, si con bourbon, si con whisky de centeno, si se mezcla en partes iguales con el vermut o si hay otras medidas a respetar.

Pero la simplicidad clásica de una receta de tres ingredientes se mantiene elegante e intemporal.

Manhattan

50 ml Bulleit Rye
25 ml Carlo Alberto Riserva Rosso
2 Dash de bitter de angostura