Desde que en 1988 Tom Cruise popularizara el cocktail y los malabares con botellas, este espectáculo ha ido en aumento anualmente. Y más allá del entorno y el show que podamos generar, desde luego algo es seguro: los cócteles deben respetar la receta original, con todos sus ingredientes y medidas exactas. La coctelería internacional se basa en esta máxima, pero siempre nos podemos sorprender con exquisitas modificaciones de la receta original.
Desde luego hay que dejar espacio a la imaginación y potenciarla para que la coctelería evolucione desde unas raíces bien firmes y dependiendo del local y su clientela, no sólo la receta sino el precio de venta de los cócteles pueden variar en función de los elementos a utilizar y de la gestión de bar-management que el local realice, Si lo analizamos por los ingredientes por supuesto un daiquiri de fresa sabrá mejor con fresa natural de estación pero en un local donde no sale demasiada coctelería, sus trabajadores no son bartenders profesionales y los clientes no son muy exigentes, deben atreverse a utilizar fruta congelada, zumos de calidad o incluso purés preparados, ya que ello no repercutirá en la rentabilidad y sorprenderán a sus clientes.
Recuerden que el cliente lo que quiere es un daiquiri de fresa, nada más y nada menos, pero las dimensiones que puede adquirir depende de nosotros. Ese toque personal del bartender deberá superar las expectativas y fidelizara a nuestros clientes.
Hay que disfrutar de las nuevas creaciones, con la mente abierta, conociendo las raíces y dejándose llevar por la creatividad de los profesionales de la coctelería que día a día se expresan en España.
Alberto Perez (Drinksmotion)