Para los que no quieren nunca de dejar de aprender, hoy os traemos un artículo de Fernando Tapia Salvador donde nos explica que es la coctelería molecular y nos propone un par de experimentos para probarlo de primera mano.
¿Qué es la coctelería molecular?
Hace años podía sonar extraño, a bebidas no muy fiables. Se podría cuestionar el por qué la persona responsable de preparar el cóctel removía las partículas y moléculas de sus destilados dentro de la coctelera. Sin embargo, esta pregunta ya no es tan frecuente, ya que cada vez es más conocido el trabajo de grandes profesionales a lo largo de todo el mundo. Estos no se cansan de experimentar e innovar de una manera creativa y vanguardista para poder así revolucionar el panorama gastronómico y el amplio conocimiento sobre la materia que demuestran los amantes a la coctelería no tradicional. Tanto profesionales del sector como particulares, gracias al gran trabajo de difusión realizado, poseen, al menos en su mayoría, la gula de curiosidad. Ahora es justo el momento de sacar provecho de esto, satisfaciendo esa necesidad generada (con la ventaja añadida de poder satisfacer la propia) releyendo lo aprendido y aplicado y llevando a cabo lo que nadie ha escrito.
Se hace extraño pensar en un barman que no haya tenido la oportunidad de sumergirse, experimentado en alguna ocasión, en el transcurso de elaboración de sus propios cócteles de autor o variantes de los clásicos, alguna de las técnicas más conocidas e impulsadas durante la década de los ochenta por el químico francés Hervé This y el físico inglés Nicholas Kurti, (fundadores de la gastronomía molecular). Utilizando alguno de sus ingredientes para diferenciarse y/o simplemente para conseguir una experiencia sorprendente y novedosa hacia quien vaya dirigida la bebida. Puede ser bien el cóctel o llanamente una cortesía que lo acompañe, que siempre será bien recibida, y la cual nos brinda una inmejorable oportunidad de presentar la creación al público y recibir información sobre sus gustos y reacciones
La coctelería molecular es una disciplina que se incluye dentro de la coctelería internacional moderna, cada vez más incrustada en nuestras barras, siendo frecuente ver en cartas de conocidas coctelerías recetas que integran esta modalidad como algo ya normalizado o escuchadas a través recomendaciones del barman para tantear el paladar y gusto de su público. Una disciplina que requiere, claro está, un periodo de aprendizaje con libros y fórmulas. Un periodo en el que ya podemos empezar a hacer volar la imaginación y deliberar qué queremos desarrollar en la práctica; la textura que quiero dar a ese sabor, la fórmula que voy a aplicar a ese producto…Esta es la parte donde se exige mayor dedicación, el tiempo de ensayo y error en la zona destinada a nuestro pequeño laboratorio. Allí es donde realmente salen a la luz errores y problemas que en videos explicativos no suceden. Sin embargo, todo tiene seguro una fácil solución, nunca hay que desanimarse a la primera y es necesario anotar en el cuaderno de bitácora todos los pasos dados, no desechar lo fallido, sino experimentar con los “errores” ya que aunque tú aún no lo sepas podrías estar creando una nueva textura…
Otro modo en el que se podría definir la coctelería molecular es la fusión entre la bebida, la química y el arte. Aplicando una metodología de análisis y técnicas científicas a la elaboración de cócteles, transformando independientemente los diferentes líquidos, con el fin de conseguir una suma de texturas, sensaciones y efectos visuales en nuestros cócteles.
Una tendencia cada día más en auge en los bares de todo el globo, que nos descubre originales presentaciones, decoraciones modernas, múltiples texturas que juegan entre sí, nuevos métodos de elaboración… Un abanico infinito de posibilidades que podemos hacer realidad sin movernos de la barra o estación de trabajo, sin albergar unas instalaciones como las que debería tener un laboratorio profesional de alquimia, aunque alguno pueda pensar que así es. De igual modo hemos de tener en cuenta que los bartenders no han de ser químicos para poder estimular su dedicación y entusiasmo al tiempo que adquieren nuevos conocimientos y conciben nuevas fórmulas. Además, la experiencia hace poseer un criterio creativo sólido en el que ligar equilibrio con la armonía entre la coctelería clásica y la inspiración de técnicas científicas presentes en la gastronomía molecular, concibiendo así cócteles armoniosamente dosificados para el placer del paladar y crear sensaciones al tacto al diferenciar las inesperadas texturas.
Con esta sencilla fórmula podemos transformar, de una manera fácil un cóctel clásico en un sin fin de texturas diferentes. Un ejemplo sería un brandy Alexander, que podríamos espesar en diferentes capas por sabores y coronarlo con una emulsión de nuez moscada, siendo una divertida forma de sorprender y estimular los sentidos.
Para realizar esta receta debemos seguir estos sencillos pasos:
Dividimos en dos partes por separado el cóctel, en una parte un Alexander con crema de cacao blanco, y en otra, con cacao negro. Para dar distinta textura a las diferentes capas y que no se mezclen entre sí debemos espesar cada base en diferentes porcentajes. En este caso utilizaremos goma xantana. Para conseguir cada vez una textura más espesa podemos simplemente ir añadiendo producto hasta obtener el grado de espesamiento deseado de forma simple y rápida.
El espesamiento que le demos puede oscilar entre un 99,9% de estado líquido, hasta el estado sólido en el que puede mantener su forma, así que debemos ir añadiendo porcentualmente la adecuada cantidad de producto. Para un espesamiento medio se añadiría por cada 500ml, 1gr de goma xantana. Este proceso no altera las proteínas de la materia prima y hay que tener en cuenta, además, que la goma xantana espesa en frío
Por otro lado, para el aire de nuez moscada, podemos infusionar directamente la semilla o utilizar algún tipo de jarabe rebajado con agua. Dispuesto en un recipiente se le ha de añadir lecitina (un subproducto que se extrae del aceite de soja) para conseguir emulsionar. La finalidad es lograr una concentración de burbujas de aire en la superficie de un líquido que permita mantener su estabilidad durante largos periodos de tiempo, mediante la centrifugación o inyección de aire en la mezcla.
Con la misma ecuación con la que hemos conseguido que nuestro líquido de la sensación de ser más comestible que potable, podemos dar la ilusión de estar bebiendo algo sólido.
También se podría llegar a imaginar, por ejemplo, un bizcocho de vainilla líquido aromatizado con un aire de almendra, utilizando símiles aplicaciones que podemos dar uso con los ingredientes de los que dispongamos en nuestro establecimiento, o preparar un cóctel que destaque sus toques cítricos con un ron infusionado en limón y un dash de licor de naranja.
¿Y por qué no hacer un falso caviar de tónica negra para acompañar a nuestro Gin&Tonic?
Facilísimo. Vamos a realizar una de las técnicas más utilizadas y con más éxito dentro de esta modalidad con varios sencillos pasos: “La esferificación básica”.
Esta consiste en mezclar, con una batidora, alginato de sodio (un polisacárido que se encuentra en gran cantidad en algas marinas pardas) con nuestra tónica, que tendrá un color negro por la adición de colorante alimenticio. Mediante una pipeta le aplicaremos un baño de lactato de calcio que tendremos en otro recipiente, lo que hará que el nuevo líquido se encapsule y forme esferas de las dimensiones deseadas. Una vez coagulada la esfera o el falso caviar le daremos un baño de agua mineral a razón de limpiar cualquier resquicio de sabor a lactato cálcico.
La cantidad de alginato a añadir a 200ml de tónica es de 1gr. Y para preparar el baño de calcio, agregamos a 1l de agua 5gr de lactato cálcico. Por último removemos hasta disolver.
Otra receta en la que podemos introducir estas técnicas de elaboración sería un Rossini molecular, un espesamiento de cava y falso caviar de fresa en suspensión (pudiéndose cambiar la receta simplemente adecuándola a otro sabor), introduciendo en nuestro cava espesado estas “bolitas” llamadas falso caviar, creando así una ilusión de suspensión.
Una vez hecho ya nada es tan complicado como podría parecer a priori, ahora la pregunta es, ¿Cómo enmarañarlo un poco más? ¿Cómo salir de lo conocido, lo genérico? La única respuesta que me viene a la mente es que se ha de tener el importante tiempo de dedicación, afán de superación, nunca perder la actitud proactiva y un inusual cariño a esta profesión. Está entre nuestras manos el hacer sentir viajes en el tiempo, paseos por tierras lejanas, despertar sentimientos ya olvidados, simplemente encontrando la fórmula adecuada.
El arte también se bebe…