Aceite con Ron Barceló Imperial

ACEITE RON BARCELÓ
ACEITE RON BARCELÓ

Ron Barceló Imperial presentó con motivo de la VII edición de Ron Festival una innovadora apuesta culinaria: el Aceite con Ron Barceló Imperial. Se trata de un proyecto único fruto de la colaboración de dos marcas líderes en sus sectores: Ron Barceló Imperial y La Chinata, la firma extremeña líder en el aceite de oliva virgen.

Elaborado en exclusiva y en edición limitada, en este aceite condimentado con Ron Barceló Imperial, las notas de cata de este ron Premium se unen con el aroma afrutado y el sabor dulce y plano –sin picor ni amargor- del Aceite de Oliva Virgen Extra de La Chinata, uno de los más puros de la región cacereña de Gata-Hurdes.

La receta, creada originalmente por La Chinata tras el estudio de las notas de cata de Ron Barceló Imperial, integra aceite de Oliva Virgen Extra de la variedad de Manzanilla Cacereña y una reducción de Ron Barceló Imperial, gracias a la cual se consigue resaltar aún más sus cualidades. El resultado es un aceite versátil, perfecto para maridar con todo tipo de carnes, pescados –azules y blancos-, carpaccios e incluso para incorporarlo en postres, preferentemente en combinación con chocolates amargos o en helados de frutos secos.

Una muestra de estos maridajes gastronómicos y de las posibilidades que este innovador Aceite con Ron Barceló Imperial ofrece en el ámbito gastronómico y de coctelería ha tenido lugar en la sala experiencial de Ron Festival.

 

EL PASADO DE LA CERVEZA (IV)

EL mundo de la cerveza IVPARTICULARIDADES ANGLOSAJONAS

Por Fco. Javir Ruiz Vera

En las anteriores ediciones de Shaking the Present de Drinksmotion, hemos visto  la importancia que tuvo el devenir de la cerveza en Alemania para su desarrollo en el resto de Europa, gracias a sus leyes y a su tradición. Básicamente en el campo de las Lager, que se mantienen hoy día en muchos casos fieles a esos modelos.

Pero no olvidemos que al hablar de estilos cerveceros, otra gran familia reclama su protagonismo: las Ales.

Vimos que hasta el predominio alemán de las Lager, las Ales eran las protagonistas, sobre todo, fuera de Alemania, en la zona de Bélgica y Los Países Bajos, y en el norte de Francia también.

En estas zonas se siguió con este tipo de bebidas de alta fermentación, pero quizás, donde tuvieron un mayor desarrollo posteriormente, alejadas de la influencia del “Reinheitsgebot”, fuera en la Islas Británicas.

En Gran Bretaña, nuestra bebida favorita de malta de cebada tuvo en origen una influencia de los pueblos bárbaros del norte de Europa, sobre todo de los que les invadieron: Anglos, Sajones y Jutos. Dichos pueblos eran grandes aficionados a la cerveza tipo Ale y transmitieron su conocimiento a los isleños.

Pero era todo muy artesanal. Hasta mediados del siglo XVI hacer cerveza era una cuestión familiar, sin grandes propósitos comerciales, y se usaba normalmente como parte de la dieta alimenticia. De hecho, por ejemplo, se dice que las Damas de la Corte del Rey  Enrique VII tomaban para desayunar unos tres litros de cerveza y nada más.

 

Cabe destacar si hablamos de este tema e Inglaterra de una invención atribuida en el siglo XVI al Dr. Alexander Norwell.

Según cuenta la leyenda, este hombre, que era Dean de la Iglesia de San Pablo, fue el creador de la cerveza embotellada.

Al parecer la ponía dentro de botellas y las tapaba con corcho cuando iba a pescar, para llevar consigo la bebida. Un día, una de estas botellas no se abrió como el resto y estuvo un tiempo así. Cuando logró abrirla, comprobó incrédulo que seguía manteniendo todas sus características intactas.

Otro invento que surgió en Inglaterra, en Londres concretamente y que ha tenido y tiene una gran importancia en el mundo cervecero es el Grifo de Cerveza, o como lo llaman los ingleses, “Beer Engine”. Lo inventó un alemán afincado en Londres a finales del siglo XVII y fue mejorado mediante procesos hidráulicos por el ingeniero británico Joseph Bramah hacia 1797.

Ya no se tenía que traer la cerveza de la bodega hasta la tienda, sino que se podía servir directamente en ésta. Un gran paso para la industria de la bebida malteada y lupulada.

¿Alguien imagina nuestro mundo sin un grifo para servir una buena “birra”?

Pero el desarrollo de esta industria en Inglaterra no sólo se dio gracias a las innovaciones técnicas. Los ingredientes de calidad fueron también un acicate para ello, sobre todo el lúpulo.

Desde el siglo XVI esta planta tuvo un gran apogeo, sobre todo en los condados donde se plantaba: Kent, Surrey, Hampshire, Hertfordshire, y Worcestershire.

En Londres, había un importante mercado en Little Eastcheap (hoy día Eastcheap) en el que se vendían con bastante éxito debido a la gran demanda que había por parte de las empresas cerveceras de la zona.

Pero el lúpulo, para ser usado en el proceso cervecero, necesita estar seco. El clima británico, bastante húmedo, no siempre permite que haya un secado en función de la demanda. Por ello, se buscó alguna manera de secarlo de forma artificial y se apostó por un secado con carbón, en una habitación adecuada para ello. Sería como la simiente de lo que hoy día se conoce como “Oast House” (casas o edificios especializados en secado de lúpulo para la producción cervecera, artesanal o industrial).

Bueno, pues ya tenemos en plena Revolución Industrial un lúpulo al servicio de la cerveza de una manera casi perfecta. Pero, ¿qué pasa con la malta de cebada?. Hasta la introducción del termómetro en los procesos de fabricación y de la invención del hidrómetro en el siglo XIX, los maestros cerveceros no pudieron incrementar la eficiencia en dichos procesos. Así pues, a mediados del siglo XVIII y en plena ebullición (nunca mejor dicho, por la invención de la máquina de vapor) obrera, la malta de cebada aún mostraba deficiencias.

Lo más complicado es el secado de la malta de cebada.

Desde el siglo XVII se usaban para ello hogueras hechas con maderas, con paja o carbón. Pero en general, estos procedimientos no secaban del todo y trasferían el olor a quemado a la cerveza final. Ello provocaba además un sabor muy especial, entre tostado y seco que no era del agrado de todo el mundo. En algunas zonas de Gran Bretaña, eran tan fuertes de sabor esas cervezas, que los escritores de la época lo reflejaban en sus obras. En la obra “Directions from brewing Malt Liquors” de 1700 se indicaba:

“En muchas partes del Este, sus maltas son tan malolientes debido al humo de la madera, que además las hace tan secas, que ningún extranjero las puede soportar (las cervezas); sólo los lugareños, habituados a ellas las pueden tragar, como los holandeses hacen con sus cervezas negras hechas de trigo sarraceno”.

Hubo controversia en Gran Bretaña por aquellos años del siglo XVIII para determinar cuál era el mejor sistema de secado de la malta para que el resultado final tuviese un olor y sabor más universales.

En un texto de 1736 llamado “London and Country Beer” se apunta lo siguiente:

“Las maltas marrones se secan con paja, madera y helechos, etc. El secado con paja es el mejor; el de madera deja un sabor menos natural, que pocos pueden aguantar, salvo que estén acostumbrados a su fuerza ahumada, pero es el más usado en algunas zonas del este de Inglaterra, pero quizás debido a que sale más barata la malta secada con madera que la secada con paja, por lo que no se mira la calidad, sino el precio…”

Lo cierto es que era así. Debido a que era más barata, la malta secada con madera era muy usada. Además, algunos cerveceros aprendieron que si se tiene mucho tiempo con el lúpulo, ese ahumado no se nota tanto.

 

En 1816 se legisló sobre la cerveza y se indicó que ésta sólo podía contener aparte de agua, malta y lúpulo, quedando prohibidos otro ingredientes.

Los elaboradores de cervezas tipo Porter que utilizaban algunos colorantes para oscurecerlas (recordar que usaban malta pale grist que dejaba un color ámbar pálido), se vieron perdidos. Menos mal que en 1817 Daniel Wheeler patentó el tostador de tambor (drum roaster), que permitía hacer un tostado más oscuro y aromático, lo que facilitó la supervivencia dentro de la Ley de las Porter y las mejoró incluso en sabor y aroma.

Gracias a todas las mejoras en el proceso productivo de la cerveza inglesa, Pasteur incluido, comenzaron a nacer en la época Victoriana factorías de cerveza parecidas a las que conocemos hoy día.

Durante los siglos XVIII y XIX las cervezas más populares eran  la Stout y la Porter, ambas oscuras, hechas con maltas tostadas. Vemos la influencia del gusto tostado tradicional británico reflejado en la preferencia de las gentes aficionadas al líquido elemento. Sobre todo en Londres.

Se considera, por ejemplo, a la conocida Guinness irlandesa como descendiente de aquellas cervezas Stout y Porter que a principios del siglo XVIII ya se daban entre los ingleses.

Pero la Revolución Industrial amparó otro hito importante en la historia cervecera anglosajona, que no es otro que la aparición del tipo Pale Ale. Surgieron en el centro de Inglaterra, concretamente en las zonas de Burton y Tadcaster.

Dentro de este nuevo tipo de cervezas que pronto rivalizó con las tradicionales Porter y Stout,  se hizo popular en la época la India Pale Ale (IPA). Era un tipo de cerveza especial que se enviaba por barco a las colonias del Imperio Británico, sobre todo, la India.

En su momento hablaremos más en detalle de la IPA en los artículos que traten de tipologías de cervezas.

 

La cerveza en las Islas Británicas tuvo que luchar contra la popularidad de la Ginebra y vio descender su producción a finales del siglo XIX.

A principios del XX con las restricciones de alcohol promovidas a raíz de la Primera Guerra Mundial, el consumo de barriles siguió a la baja.

Hacia 1930 llegó la carbonatación artificial y en 1960 la normativa de esterilización de los grifos para barril.

Todo ello, unido a la introducción años atrás de las Lager, pintaba un panorama cervecero bastante pobre, carente de nuevas ideas, de proyectos alternativos y de empuje para reflotar el sector.

Menos mal que en 1971 se inició una campaña contra “las cervezas demasiado gasificadas, sin carácter ni sabor”, según sus propios impulsores. Dicha campaña se llamó “Campaing for Real Ale”, más conocida como CAMRA. Se luchó por pequeños productores artesanos, por el desarrollo de micro-cervecerías, por la calidad de los materiales y sobre todo, por dotar a la industria cervecera británica del prestigio perdido a través del amor a la buena y bien hecha cerveza. Por lo que conocemos del mercado británico actual, consiguieron su objetivo.

El Pisco Sour: La tradición marca la diferencia

Pisco Sour de Market Place Barcelona
Pisco Sour de Market Place Barcelona

Explican los cronistas de la época que los españoles llevaron por primera vez la uva a Perú en el siglo XVI desde las islas Canarias esperando cosechar un fruto que le diera el mismo vino que se obtenía en su tierra natal. Sin embargo, las condiciones climáticas de aquella tierra condicionarían de forma definitiva el cultivo. Con el paso de los años el clima desértico propio de las regiones costeras del sur peruano hicieron que aquella uva negra se transformara en la uva quebranta, una exclusiva variedad peruana que daría luz al aguardiente que hoy conocemos como  el Pisco. Este es un reportaje para Shaking The Present, la revista digital de Drinksmotion.

En el idioma quechua, hablado por los nativos de la zona desde la época pre-colombina, «pisku», «pisccu», «phishgo» o «pichiu», era el denominativo de un pájaro que habitaba la zona costera de Ica. Paola Pisano, Brand Ambassador Europa del Pisco 1615, nos explica todo lo que concierne a este antiguo destilado.

1615 recoge la fecha en que por primera vez se registra la existencia del cultivo de la vid y su adaptación al clima y suelo de Pisco, así como su destilación local para producir los primeros Piscos.

El aguardiente es obtenido exclusivamente por destilación de mostos frescos de uvas pisqueras recientemente fermentados, utilizando métodos que mantengan el principio tradicional de calidad establecido en las zonas de producción reconocidas (Norma Técnica Peruana, 2006).

Las uvas pueden ser aromáticas (Italia, Moscatel, Torontel y Albilla) o no aromáticas (Quebranta, Mollar, Negra Criolla, Uvina).

Así, el Pisco obtenido puede ser puro, obtenido exclusivamente de una sola variedad de uva; de mosto verde, por la destilación de uva o mostos frescos con fermentación interrumpida; o acholado, tras la mezcla de uvas pisqueras ya sea como uva, mosto o Pisco.

 

El proceso

Entre febrero y marzo se realiza la vendimia; más tarde, el despalillado y el prensado de uva dando como resultado el jugo puro o mosto de uva pisquera. La fermentación del mosto dura 7 días (2 para mosto verde). La primera destilación dura 4 hora la primera parte en la que la cabeza (48 grados) y la última cola (38 grados) se separan del cuerpo o destilación final.  El reposo se mantiene de 3 a 6 meses. Nos se le agrega ni agua ni azúcar y el producto final es un gran Pisco en 42-43 grados.

 

Bodega 1615

 

Paola Pisano nos cuenta que los viñedos de la marca de Pisco  se ubican a 243 km al sur de la ciudad de Lima en la provincia de Pisco, en parte de lo que fue la Antigua hacienda Santa Cruz de Lanchas en el siglo XVI, administrada por la orden Jesuita que tuvo como actividad principal la cosecha de la vid y producción de Pisco a escala comercial durante la colonia.  “Nuestros Viñedos, de 20 años de antiguedad, y sus privilegiados y particuarles i climáticas, inmejorables históricamente, determinan características y cualidades de aroma y fragancia propias a nuestra uva”

 

Más que una bebida, patrimonio cultural

Es tal el valor de esta bebida con denominación de origen que en Perú tienen un día reservado para celebrar la cosecha anual. Así, el cuarto domingo del mes de julio, se celebra el Día del Pisco.

Se trata de un destilado  muy valorado por conservar en gran parte el mismo proceso de cultivo desde hace siglos explica Víctor Renée Fernández Herrera, experto bartender del reconocido restaurante de gastronomía peruana The Market Barcelona. “Se valora mucho porque la manera de preparar, cosechar, sembrar es un proceso tradicional que data de antes del siglo XVI.  Todavía mantienen la tradición de pisar la uva y el destilado se conserva en vasijas de cerámica pertenecientes a la cultura Nazca.” Y añade que  elaborar un Pisco para tener el volumen de alcohol ideal es “toda una ciencia, todo un arte”. Ya que existe la figura de un maestro destilador que debe calcular el volumen de alcohol que reposa, por lo menos, durante tres meses. El proceso empieza cuando se siembra y el elixir peruano se va gestando durante unos nueve meses.

Renée hace hincapié sobre la fuerte presencia que el Pisco suele tener en la cultura de Perú. Dado el contexto actual de la industria de los destilados en el que se produce de forma masiva, el bartender destaca el hecho de que con la producción del Pisco se respeta mucho más el proceso ancestral: “se necesita buena mano y buen corazón ya que hoy en día todo el capitalismo y la sociedad de consumo conducen a una producción masiva donde lo primordial es la cantidad más que la calidad. Por ejemplo, en el caso de la ginebra, hoy en día hay más de 300 tipos. ¿Dónde está la tradición en esa bebida? ¿Qué estás valorando? ¿El diseño? ¿El precio? ¿La calidad del cristal? ¿Su color? ( … ) Lo más interesante es que mucha gente no sabe por qué bebe lo que bebe. La moda influye tanto que a la gente deja de interesarle lo que bebe y por qué lo bebe.”

 

Entrevista a Víctor Renée Fernández Herrera

Víctor Renée Fernández 3

Empezó a estudiar en 2002 en Gourmet Bar, una escuela de coctelería de Lima, y pero ya  trabajaba desde los 19 años como barman en una barra americana. Obtuvo sus primeros ahorros en hostelería para entrar en la academia.

Desarrolla su trayectoria como bartender en España desde 2006, donde ha sido testigo del boom de la coctelería que nos h llegado gracias a la influencia de Norte América, Sur América  y Reino Unido. Continúa formándose en coctelería creativa realizando algunos seminarios en Drinksmotion y está siempre al tanto de las últimas tendencias y no duda en servirse de las nuevas tecnologías para combinar técnica, conocimiento  y actualidad.

¿Cómo se bebe el Pisco?

Hoy en día los jóvenes lo consumen mezclado con ginger ail, que es un combinado barato como aquí pueden ser los cubatas.

Como creativo tras la barra, ¿en qué medida puedes experimentar con el Pisco?

Al ser peruano yo veo el Pisco de una manera tradicional. No me arriesgo a combinarlo o a presentarlo en diferentes cócteles. Pero hoy en día, la coctelería creativa me permite jugar con los sabores y presentaciones como yo quiera y recientemente me estoy atreviendo a mezclar el Pisco en nuevas recetas: en diferentes volúmenes, diferente Pisco, diferente uva, et.

Es más fácil en la gastronomía si está comiendo.  Para los que prueban, cuanto más sepas, más lo vas a disfrutar pero muy pocas personas son las que sacan tiempo para investigar qué es lo que está consumiendo.

¿Ya se había experimentado con esta bebida con anterioridad?

A finales de los 90 ya existía el atrevimiento de cambiar el sabor. Hoy en día utilizas elementos de cocina, gastronomía y nos atrevemos a poner apio, pepino… Combinándolos con sabores de la coctelería tropical como la guanábana.

Háblanos de las innovaciones que propusisteis para The Market Barcelona en la carta de coctelería. ¿Qué ofrecéis exactamente?

De nuestra carta, la mayoría de cócteles presentan una fusión de sabores y de cócteles de autor. Obviamente debemos tener un Pisco sour y un Chilcano de Pisco porque es patrimonio cultural. Pero nos quisimos olvidar de hacer cualquier cóctel que se pudiera hacer en Perú, es decir, si allí se consume un Pisco Souer clásico, aquí le añadimos albahaca. Sigue siendo el mismo combinado pero le agregamos un aroma más reconocido de esta tierra.

 

Perú con Gracia es una de vuestras creaciones, ¿de qué se compone la receta  y cómo surgió la idea?

Utilizamos la naranja y la guanábana; las mezclamos, las infusionamos un poco con Pisco y añadimos jarabe de goma y la aromatizamos con nuez moscada y la piel twist de la naranja. A esa receta no sabíamos qué nombre ponerle. El resultado fue un estilo tropical y práctico y gustó mucho. Fue nuestro compañero Patrick Weber quien propuso el nombre de  Perú con Gracia con doble sentido puesto que estamos en la zona de Gràcia de Barcelona.

Es un cóctel totalmente tropical. No sabíamos cómo iba a serr recibido al estar en un país donde se conoce poco la coctelería tropical o no se suele consumir tanto como la más dura, como un gin tonic, un negroni… Pero la sorpresa fue que sí triunfó.

¿Qué otros productos típicos de la cocina peruana  utilizáis para elaborar los cócteles?

Nos atrevemos a utilizar una base de chicha morada (la bebida más importante del Perú y se consume en todas sus regiones). De esa esencia, hacemos un  macerado de pepino, le añadimos Pisco, jarabe de goma y ginger ail para crear el chilcano. También creamos otro a base de piña macerada y jengibre.

El Chilcano de Pisco es una bebida refrescante y sencilla, muy popular entre los cócteles clásicos de Perú. Se prepara a base de Pisco y de ginger-ale.

Otra cosa que hemos puesto son los Pisco Tonics. No quisimos compararnos con los gintonic pero sí quisimos utilizar la tónica. A quien le guste ese sabor de la quinina y le guste e sabor del Pisco le va a gustar este combinado.

Por último, ¿cuál es la mejor manera de disfrutar del Pisco?

A mí me gustan mucho los cócteles. Yo siempre los planteo de una manera: Para una cena o vienes a disfrutar del restaurante. El Pisco sour es un aperitivo nutritivo. Hay que empezar con él antes de los entrantes. Luego,  un chilcano de Pisco, acompañando con la comida, por ejemplo, con un ceviche.  Y, siguiendo con este destilado peruano  y terminada la cena, un Pisco tonic “mediterráneamente”. Con esas tres copitas  tendrías lo necesario para disfrutar del Pisco.

 

Aprende más sobre cócteles tradicionales como el Pisco Sour en Drinksmotion Academy y busca el curso que necesitas.

 

Ponche Navideño por Miguel Pérez

Ponche Navideño por Miguel Pérez
Ponche Navideño por Miguel Pérez

 

Ponche Navideño por Miguel Pérez (Columbus Bar, Madrid)

 

10 clavos de olor

2 vainas de vainillas

2 ramas de canela

1 manzana troceada

24 uvas pasas

Pieles de 1 limón

Pieles de 1 naranja

100 grs. de azúcar moreno

Hervir todos los ingrediente en agua y luego añadir 50 cl de Ron Zacapa Nº 23. Servir en Taza caliente.

 

 

Koppert Cress: microvegetales en coctelería

 

Kopper
Koppert Cress

Koppert Cress es una empresa holandesa especializada en cress, es decir, en la producción de microvegetales, hojas y flores comestibles. La colección ha sido presentada como Architecture Aromatique, de las más apreciadas en alta cocina y conocida en el mundo entero.

A pesar de su tamaño, sus productos pueden llegar a dar mucho juego, tanto por sus cualidades organolépticas (que pueden ser percibidas por los sentidos por su sabor, textura, olor, color)  únicas cómo por su valor estético.

Los microvegetales de Koppert Cress provienen de semillas de plantas especialmente escogidas por sus propiedades gustativas, estéticas y saludables que se cultivan de forma hidropónica en una base de celulosa. Actualmente tienen más de 40 variedades siendo cultivadas en sus invernaderos y son de plantas que existen de forma natural alrededor del mundo.

Los vegetales siempre han sido un gran aliado de los chefs en la cocina; pero ahora también los cocteleros están descubriendo toda su magia. La botánica en la coctelería es cada vez más popular y estas flores y hojas comestibles harán destacar vuestras bebidas con un punto de elegancia y color en cualquier ocasión. “Nuestra colección de microvegetales es original y no solo puede aportar frescura, fragancia y texturas interesantes a una copa pero también es una excelente fuente de vitaminas y nutrientes muy saludables” apuntan en la corporación holandesa.

Con un poco de imaginación e inspiración, Koppert Cress puede inyectar emoción en cada cóctel; por ejemplo, añadir un pétalo de Vananco Leaves para vestir una copa, o usar flores enteras de Cornabria Blossom para hacer cubitos de hielo decorativos. Algunas de las hoja  como, por ejemplo, los Cardamom Leaves, también son perfectos para infusionar o macerar destilados o licores para agregar una profundidad de sabor a un trago.

Con Koppert Cress podéis descubrir un mundo nuevo y disfrutar de un cóctel que despierta tu paladar. Las posibilidades son infinitas, así que deja que tu imaginación te lleve de un viaje gustativo a través un mundo de cócteles botánicos y encuentra tu maridaje perfecto.

Fever-Tree, la tónica más vendida

Fever-tree
Tónica Fever-Tree

En Drinksmotion sabemos lo importante que es estar al día de los rankings de las mejores bebidas a nivel mundial para que todo bartender/barmaid tenga presente cuáles son las claves del perferct serve. Por ese motivo os hablamos hoy de Fever-Tree, considerada la tónica más vendida y solicitada de todos los establecimientos según la prestigiosa publicación Drinks International, encargada de seleccionar cada año a “Los 50 Mejores Bares del Mundo” (publicado reportaje en nuestra revista Shaking the Present!)

Drinks International ha publicado recientemente su World’s 50 Best Bars Brands Report, un informe que recoge los resultados de qué marcas se consumen y se piden más en los mejores bares del mundo. Fever-Tree domina notablemente los rankings de las tónicas más vendidas y solicitadas en estos establecimientos.

Fever-Tree capitaliza el primer puesto en ambas áreas para tónicas (más vendida y más solicitada). Sólo dos marcas han logrado este éxito en la encuesta este año: Fever-Tree y el vodka Ketel One”, apunta Roger Betrieu de Drinks International.

Charles Rolls y Tim Warrillow, fundadores de Fever-Tree, se han mostrado contentos y orgullosos por este nuevo reconocimiento y comentan: “este hecho no hace más que certificar la calidad de Fever-Tree, reafirmar su respeto por todos los bartenders de élite y confirma que es un producto de valor indispensable en todos los bares”.

En el 37% de los mejores bares del mundo, Fever-Tree es la tónica más vendida. Centrándonos en la lista de tónicas más solicitadas, incluso en aquellos bares en los que no tienen Fever-Tree como tónica de tirada, los consumidores la piden. El 52% de los bares encuestados confirman su predominio como tónica más solicitada.

Comparativa de Fever-Tree con la competencia

Desde que Fever-Tree irrumpió en el mercado, hace ya diez años, Schweppes ha perdido su posición dominante en hostelería. El histórico de la compañía y su precio hacen de Schweppes una marca establecida en el sector. No obstante, según los resultados del informe de Drinks International, es la más vendida en el 23% de los bares encuestados, 14 puntos por detrás de Fever-Tree (37%). En cuanto a petición de marca, Fever-Tree lidera claramente el ranking de tónica más solicitada con un 52%, seguida a una notable distancia por Schweppes que es la tónica más pedida en el 8% de los bares encuestados.

 

Por lo que respecta a Fentimans, en tercera posición, se ha disparado como una de las marcas líderes dentro del sector de tónicas Premium y es la más vendida en el 11% de los bares encuestados. En cuanto a petición de marca, ocupa la cuarta posición.

 

Los bares y coctelerías encuestados

De los 250 mejores bares del mundo, han participado en la encuesta 100. De éstos:

–          El 38% se encuentran en el ranking de los 50 mejores bares del mundo.

–          El 22% están entre las posiciones 51 y 100.

–          El 14% entre las posiciones 101 y 150.

–          El 18% entre las posiciones 151 y 200.

–          El 8% entre las posiciones 201 y 250.

En cuanto a localización, dos tercios de estos bares son de Europa y Norteamérica. El tercio restante corresponde a bares localizados en otras zonas del mundo.

Ácidos: lo punzante perceptible

Por José Peñascal

Desde sus orígenes, la coctelería siempre ha estado vinculada al mundo de lo ácido. Un ejemplo claro sería el Ponche puesto que uno de sus cinco ingredientes originales era el zumo de limón.

Pero, ¿qué es exactamente un ácido?, ácido es una sustancia que, en disolución, incrementa la concentración de iones de hidrógeno. En combinación con las bases, un ácido permite formar sales. Por otra parte, la noción de ácido (que proviene del latín acĭdus) se refiere a aquello con sabor agrio o de vinagre.

Los hemos visto habitualmente en los Sour para equilibrar el punto dulce, en los cordiales de lima para el Gimlet o incluso como regulador del ph en coctelería molecular.

En esta ocasión quiero hacer una revisión de los ácidos que más se utilizan en coctelería, desde el más básico antes mencionado, hasta algunos que se utilizan desde hace relativamente poco tiempo.

Dentro de los diferentes ácidos que solemos utilizar, el más afamado es, sin duda, el ácido Cítrico (C6 H8 O7). Los cítricos son una de las especies arbóreas más cultivadas, desde hace más de 4000 años han sido utilizados de diferentes maneras. Las numerosas especies de cítricos están prácticamente en todo el mundo, dentro de la banda delimitada por la línea de 40º de latitud.
Es curioso y de mención el caso de la naranja, para los griegos formaba parte del jardín de las Hespérides, egipcios ilustraron cuentos y leyendas con ella e incluso utilizaban fragancias e infusiones. Este ácido podemos verlo participar como nota agria en sustitución del zumo de un cítrico, o incluso para prevenir que las grasas se separen en una emulsión. Aunque una de mis maneras favoritas es usarlo para prevenir la cristalización de los siropes.

Vemos otros ácidos que utilizamos, aunque no directamente, como es el caso del el ácido acético (C2 H4 O2) presente en el vinagre (que también puede contener ácido tartárico y cítrico), es el ácido que más representa la nota amarga y astringente. El empleo del vinagre en gastronomía es posible que esté ligado al comienzo de la elaboración de bebidas alcohólicas. El primer testimonio escrito del empleo del vinagre viene del Imperio romano: el gastrónomo Apicio, autor del libro de cocina más antiguo que se conoce en la cultura occidental, De re coquinaria, presenta recetas que emplean vinagre. Más recientemente vemos fórmulas de cocktails que hacen pequeñas modificaciones en cocktails dulzones con notas de vinagre balsámico, o que por el contrario buscan dar un toque más picante al Bloody Mary con vinagre de Jerez.

El ácido tartárico (HO 2 CCH (OH) CH (OH) 2 OH HCC) se encuentra comúnmente en los plátanos y las uvas. Nos aporta un sabor afrutado aunque puede transformarse en excesivamente agrio. Generalmente se usa para acidular el pH del algún fermentado para impedir el crecimiento bacteriano. En cocktails lo podemos encontrar el algún mixer o soft drink y más habitualmente en el cordial de lima (Lime Cordial), en éste último se usa para prolongar su conservación y para la nota más amarga del mismo, también se suele encontrar el ácido cítrico en el mismo. Este ácido podemos encontrarlo como bitartrato de potasio (sal), generalmente se utiliza más para estabilizar las grasas en las claras de huevo o aumentar su volumen, (sour). Si queréis probar con él suele venderse en la zona de repostería de los supermercados, en formato granulado.

También suele aparecer en alimentación el ácido fosfórico (HO(PO 2 OH) x H) o fosfato ácido, se obtiene mediante el tratamiento de rocas de fosfato cálcico con ácido sulfúrico, tiene un sabor amargo más seco, un poco más astringente que otros ácidos, pero generalmente sin sabor fruta real en el paladar. Se emplea como ingrediente de bebidas no alcohólicas como por ejemplo la gaseosa (aditivo alimentario E-338). No es un ácido que recomiende para coctelería, pero es bueno saber los orígenes del producto, sobre todo si buscamos sensaciones ácidas que provengan de ácidos naturales.

Precisamente hablando de ácidos naturales, tenemos dos ejemplos. El primero sería el ácido málico (HO 2 CCH 2 CHOHCO 2 H) es más agrio que el ácido cítrico, pero lleva un sabor a frutas y un final refrescante. Es famoso en el mundo de la bodega precisamente porque lo vemos presente en la fermentación maloláctica, proceso dado en el 95% de los vinos tintos. Esta fermentación, a diferencia de la alcohólica, la realizan bacterias y no levaduras. Digamos que en coctelería una parte de ácido málico equivale a la mitad en ácido cítrico, especialmente en la nota agria. Y hablando de los vinos no podía faltar el ácido tánico (C 76 H 52 O 46), también se también se conoce como “vino de taninos”, es un polifenol que promueve la sensación en la boca y evita la oxidación. En esencia, los fenoles del ácido tánico se aferran al oxígeno para evitar la interacción con los otros componentes del cóctel, de manera que aumenta el aroma natural del cóctel. Los productores de vino generalmente lo usan como un rectificador o para afinar el producto. Es también muy utilizado en el curtido del cuero, de hecho su etimología hace referencia al “tanning”, curtido en inglés.

Hemos visto una serie de ácidos que se encuentran presentes en varios productos que utilizamos en coctelería, pero una buena manera de empezar a comprender los ácidos y a tratar con ellos es empezar haciendo un cordial de lima. Para hacer este cordial necesitaremos 0,75 litros de agua, 400 gr de azúcar, 1cdta de ácido cítrico, ½ cdta de ácido tartárico y 6 limas (zumo y piel). Lo primero que haremos será mezclar el ácido tartárico, el ácido cítrico y el azúcar por un lado, mientras ponemos en un cazo el agua a hervir. A continuación mezclamos los ácidos y el azúcar con el agua y movemos enérgicamente hasta que se disuelva, añadimos el zumo de las 6 limas y la piel de sólo 2 de ellas y lo mantenemos a fuego fuerte durante 1 minuto después de su ebullición. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y después 24 horas en el frigorífico, finalmente lo colamos bien con un colador de tela o café y embotellamos. Aproximadamente nos durará hasta 2 meses refrigerado.

Jose Peñascal

Consumo responsable: El alcohol y tus patrones de sueño

alcohol y syeño

Uno de los mitos construidos alrededor del consumo de alcohol es que una copa o dos nos ayudan a conciliar el sueño en aquellos días de máximo estrés.

Si bien el alcohol te puede ayudar a coger sueño, después de unas copas también puede afectar su calidad de tal forma que cuando despiertas al día siguiente puedes sentir como que no has descansado lo suficiente o has dormido menos horas de las que pensabas.

El alcohol interfiere en el proceso del sueño: cuando bebes mucho y se acerca la hora de ir a la cama puedes caer rápidamente en la fase de sueño profundo saltándote el primer estadio o lo que conocemos como fase REM del sueño.

El sueño profundo es esa etapa en la que el cuerpo se recupera solo pero cuando el alcohol produce sus efectos altera el proceso de tal forma que retrocedes a la fase REM después en la que resulta mucho más fácil despertarte. Esta es la razón por la que te sueles levantar después de haber dormido apenas unas horas cuando has estado bebiendo.

Tened en cuenta que en el curso de la noche, normalmente hemos tenido entre seis o siete ciclos de sueño REM tras los que acabas sintiéndote como nuevo. Sin embargo, si has bebido alcohol acabas por experimentar una o dos de estas fases lo que significa que vas a sentirte realmente exhausto.

Otro de los motivos por los que el alcohol disturba el sueño es por las veces que debes levantarte para ir al baño. El alcohol es un diurético, lo que significa que provoca un exceso de expulsión de líquido corporal que provoca la deshidratación. Además, es posible padecer de ronquidos ya que relaja toda la musculatura del cuerpo el aire que pasa por nariz y boca se bloquea con más facilidad.

Lo mejor que podemos hacer es evitar la ingesta de alcohol antes de dormir. Evitar también la cafeína y probar con una bebida de hierbas o leche.

Hacer un poco de ejercicio antes de ir a dormir nos ayudará a procesar mejor el alohol. Incluso hacer ejercicio en vez de tomar la bebida es más recomendable para liberar el estrés y las preocupaciones del día a día. Pero, sobre todo, os recomendamos un consumo responsable.

 

 

Receta de vodka: Red Star

RED STAR Coktail Drinksmotion
RED STAR Coktail Drinksmotion

 

Red Star by Esteban Sánchez

4CL VODKA

3CL POMELO EXPRIMIDO

2CL ZUMO DE LIMON

2CL SODA

GARNISH: RODAJAS DE LIMON, MINI CEREZAS Y ESTRELLA

 

Presentación: servido en copa Old Fashion

Lo último en coctelería: kalippos y tubos de pomada

KIT COCKTAIL DE VANGUARDIA
Kit completo de coctelería

Klimer presenta sus kits para innovar en coctelería

La distribuidora de menaje de cocina líder en innovación presenta una colección de utensilios de coctelería para particulares Y para el servicio, propone un nuevo kit de vanguardia con lipsticks, mini kalippos y tubos de pomada.

Klimer recoge las últimas tendencias y novedades en menaje e instrumental culinario, así como objetos originales y únicos fabricados ad hoc por la empresa. Todos ellos pensados y diseñados para despertar la creatividad del hostelero y del público en general a la hora de elaborar y presentar sus platos. Ahora, y ante el boom que está experimentando la coctelería tanto en la barras como en los hogares de nuestro país, Klimer presenta además una completa gama de utensilios para coctelería que permitirá a iniciados y amateurs preparar en casa la copa perfecta.

Hoy en día pocos son los hogares que no guardan un par de curiosos botánicos, unas buenas copas y una cucharilla removedora para sorprender a los invitados o brindar en pareja una noche cualquiera. La mixología está de moda y en ese afán por innovar y hacer las cosas de la manera más profesional posible Klimer va más allá con una colección que incluye desde los básicos de servicio hasta lo último en coctelería avanzada y de autor.

kalippos. coctelería de Vanguardia
Kalippos para los cocktails
Lipstick
Lipstick

El rincón del barista: No perdamos la esperanza

Taza cuore

El café, parece ser, será el último en todo, pero tengamos esperanza. Ya hubo la revolución del vino en Horeca, se pasó de poder tomar prácticamente solo el vino de la casa y sin etiqueta a tener hasta en el más modesto de los establecimientos un mínimo de dos o tres dominaciones de origen en cada carta. Dejó de ser una commodity.

Ahora es posible que también pueda suceder algo similar con el aceite: ponerle marca, orígenes, variedades, etc., y no dejarlo en una aceitera neutra, seguro hará prosperar la cultura del aceite además de obligar al hostelero a cuidar un poco más este producto si no lo estaba haciendo ya y, seguramente, a contribuir al aumento de su calidad. Sin duda ahora sabremos con qué aliñamos nuestros platos.

Imagino el día que suceda algo parecido con el café. No se trataría de que en las tazas pusieran los orígenes del grano, bastaría con que obligarán a tener bien visible en el establecimiento una ficha técnica del café que se está sirviendo.  Algo tan simple como el porcentaje de robusta y arábica, o, todavía más, en muchos casos por desgracia procedería indicar el porcentaje de torrefacto que tiene la mezcla, los orígenes y certificaciones. Quizá, de esta manera, la industria española del café en Horeca se vería obligada a aumentar la calidad del producto, creo que a más de uno le daría vergüenza  describir lo que está vendiendo. Eso contando que lo que dicen sea cierto, es increíble la cantidad de paquetes de café en grano para hostelería que indican una mezcla concreta de café en el exterior del paquete y en realidad los ingredientes que contienen en su interior no tienen nada que ver. ¿Existirá algún día una normativa o control que regule este clamoroso engaño al consumidor?

 

También el hostelero que está comprando cafés solo por su precio sin importar su calidad  se vería en la tesitura de poner un poco más de cariño al producto. En la actualidad, prácticamente la única visibilidad que tenemos del café que nos están sirviendo es la taza, taza que en muchos casos es neutra o en otros, lo que es peor, del proveedor anterior.  También el sobre de azúcar podría ser de ayuda y contener cierta información, a no ser, claro, que sean también personalizados con el nombre del local.

 

Aún en el caso de que podamos ver el nombre de la marca del café, solo cuando se trate de un café italiano tendremos la seguridad y garantía de que la mezcla de café es de calidad. Si se trata de un tostador nacional, es posible que el producto sea de calidad pero también que nos estén dando una mezcla pésima o con torrefacto, ya que en el portafolio de productos normalmente tienen los dos extremos y con la misma marca.

La esperanza es que el consumidor sea cada vez más exigente y que su exigencia haga que toda la industria se vea forzada a mejorar, tanto en el producto como en su preparación. Parece que en el canal de gran consumo ya está sucediendo.  Hasta no hace mucho, las tres grandes empresas que copaban los lineales del supermercado competían para ver quién era capaz de vender el peor café, mayoritariamente mezcla 50% torrefacto.

La única propuesta era la de vender barato, sin molestarse en  la calidad, perdiendo con ello la posibilidad de poder aumentar el precio y su margen comercial. Parece ahora evidente que la estrategia era del todo errónea y que el consumidor sí estaba dispuesto a pagar más, mucho más, por un buen café.

Con el Euro y poco que pagaba por 250gr de café, hoy solo compra 3 cápsulas y es capaz de hacer colas o desplazarse lejos de su casa para comprarlo.

Esperemos que un día todos los implicados en la industria del café en la hostelería, desde el tostador al hostelero, se den cuenta que las cosas se pueden hacer distintas. Es posible que todos ganemos si solo compramos y vendemos mezclas de café de calidad y si el hostelero se preocupa de que el café se haga correctamente. Cuando la diferencia del peor café del mercado al mejor no llega a los 0,10€ por taza, parece evidente que algo no se está haciendo bien. ¿Aprenderemos la lección de lo sucedido en gran consumo?

HISTORIA DE UN CAFÉ, por Alfred Cortés

Un buen café
Un buen café

 

Mi amigo Giacomo, es de los que no les importa andar un poco más para buscar una cafetería donde ofrezcan un buen café. Eso es lo que hizo hace unos días cuando se enteró de que en uno de los locales que había descartado por tener un mal café, habían decidido cambiarlo. Ahora tenía mejor fama precisamente por ofrecer un buen producto italiano. Al entrar, uno ya se daba cuenta del cambio. Desaparecieron aquellas horribles tazas enormes y planas donde prácticamente es imposible que se mantenga una buena crema; en cambio,  ahora, tenían una bonita vajilla de diseño y con una taza cónica. Los molinos estaban limpios, eran los mismos, pero alguien les diría que el café desprende aceites y que sería bueno limpiar la tolva de vez en cuando para no estropear el grano nuevo. Tampoco estaban a rebosar, el mejor estado de conservación del café es su propio paquete por lo que es mejor ir llenando el molino a medida que necesitamos café.

La cafetera también estaba reluciente, al igual que sucedía con los molinos, era la misma, pero quizás les habían advertido que limpiar la carrocería de la cafetera con el misma bayeta que limpian los vaporizadores llenos de leche no es una buena opción. También estos últimos estaban relucientes, desapareció esa bola de leche incrustada en el extremo de la lanza de vapor. El café salía despacio, como una cola de ratón y no a borbotones como hacia hasta bien poco.

Decididamente algo había cambiado, los camareros eran los de siempre pero ahora parecían unos verdaderos profesionales, se terminó el darle dos golpes al molino para hacer un café, la carga ahora parecía precisa y con una dosis correcta. Preparaban el café solo a la justa medida y no llenando la taza hasta arriba. Había desaparecido el trapo encima de la cafetera, el cual evitaba se pudiera airear como es preciso y los portas estaban siempre en su sitio para que, de esta manera, tuvieran la temperatura correcta.

También habían decidido poner bien visible la marca de café, ya que apostaban por un producto de calidad y era bueno el cliente lo supiera. Habían modernizado las cartas y para alegría de Giacomo por fin habían escrito bien la palabra cappuccino y lo que es mejor, habían aprendido a hacerlo correctamente.

María llevaba desayunando en ese establecimiento muchos años, es el que tiene más cerca del trabajo y con sus 10 minutos de pausa, no daba como para ir mucho más lejos. Se acercó a la barra y pidió su café de todos los días, un café con leche condensada, muy típico del Levante español donde le llaman Bombón. Se trata de poner a partes iguales en una taza o vaso de cristal un café solo y leche condensada. Sobra decir que se trata de una café muy dulce. Como venía haciendo todos estos años, no solo le bastaba con esa cantidad de leche condensada para endulzar el café sino que también le añadía un sobre de azúcar, a veces dos.

Mi amigo Giacomo no pudo resistirse a preguntarle por qué hacía eso y si no le parecía suficientemente dulce ya el café con la leche condensada. Su respuesta es que encontraba el café muy amargo y fuerte y solo con esa cantidad de azúcar podía tomárselo. Mi amigo que entendió rápidamente lo que sucedía, le encomió a probar este nuevo café solo con la leche condensada sin añadirle el sobre de azúcar. María aceptó el reto….y vio que con la leche ya era más que suficiente.

Lo que le pasaba a María es algo que sucede no solo en el Levante español sino en otros muchos lugares donde el café es de tan baja calidad que solo maquillándolo con mucho azúcar o leche es pasable. No es por otra cosa, que más del 70% de los cafés que se toman en España son con leche, sea cortado o café con leche.

Una taza de café seguro ha sido testigo de reuniones importantes y que habrán pasado a la historia, también de multitud de primeras citas, reencuentros con amigos, comidas familiares y quién sabe si también del inicio de una buena amistad entre María y Giacomo. Solo por ello, valdría la pena poner todo nuestro empeño en cada taza que café que servimos en nuestro establecimiento.

Alfred Cortés