Los bitters ganan terreno en la coctelería internacional, plazas desarrolladas como la londinense o la neoyorquina encumbran estos sabores hasta hacerlos indispensables en sus barras.
Su composición nos muestra una combinación de aromas y sabores que reflejan con un porcentaje alcohólico una presencia amarga que nos es muy útil a la hora de equilibrar nuestros cócteles, usando desde el bitter más conocido, Bitter Angostura, hasta las nuevas marcas que vemos en el mercado cada vez con más diversidad de sabores y propuestas.
Muchos de los cócteles clásicos pueden versionarse con algunas gotas de estos amargos elixires, Gin & Tonics, Bloody Marys, Dry Martinis, entre muchos otros, toman otra dimensión con ellos.
Los primeros registros que tenemos de este formato surgen en Venezuela con la inversión del Bitter Angostura, creado en una primera medida como una medicina para las enfermedades tropicales y un fuerte cicatrizante para las heridas de guerra, alrededor de 1820. Otros bitters históricos son el Orange Bitter, muy popular en los años anteriores a la prohibición en EE.UU.; el Peychaud Bitter, creado poco tiempo después de la Angostura y el Celery Bitter, un bitter de apio que ha sido rescatado en la actualidad, pero que ya existía en el siglo XIX.
En la actualidad desde Alemania nos llega Bitter Truth con una amplia variedad de sabores: Aromático antiguo, Naranja, Limón, Apio, Pomelo, Xocolatl Mole (chocolate), Jerry Thomás’ Own Decanter y Creole Bitters.
Y desde New York llegan Bittermens, con sabores versionados e ingredientes orgánicos: Xocolatl Mole, Hopped Grape, Elemakule Tiki, Boston y Burlesque.
Junto con los siropes, los bitters son la nueva tentación para los bartenders españoles. Empezamos a ver en las mejores barras de España una buena variedad bitters , e incluso se intenta producir alguno de manera artesanal.
Los bitters fueron el eje central de la cocteleria antes de la ley seca de EE.UU. y ahora regresan con toda la fuerza para tomar nuevamente su trono.
El concepto Bitter llegó para quedarse; genera gustos mucho más complejos y nos invita a profundizar nuestro paladar en la cocteleria.
Diego Arnold (Drinksmotion)